¿Alguna vez te has despertado súbitamente pensando que tuviste una idea genial mientras soñabas?
¿Alguna vez te has despertado súbitamente pensando que tuviste una idea genial mientras soñabas? No todo el tiempo resulta en algo realmente maravilloso, pero ciertas veces resulta ser una idea increíble. Esto sucede porque nuestro inconsciente no es de ninguna manera inferior a nuestra consciencia; no es automático, es capaz de discernimiento, tiene tacto, delicadeza, sabe cómo elegir, adivinar.
El "procesamiento inconsciente", un período marcado por "ningún esfuerzo" hacia la búsqueda creativa.
En su fantástica técnica creativa de producción de ideas, James Webb Young usó lo que llamó el "procesamiento inconsciente", un período marcado por "ningún esfuerzo" hacia la búsqueda creativa como el cuarto paso esencial de sus cinco pasos creativos. Este mismo proceso creativo se remonta a William James, quien lo llamaba "conciencia marginal". T. S. Eliot llamó a esta parte mística "incubación de ideas". El matemático francés Henri Poincaré, cuyas famosas palabras brindaron una idea de cómo funciona el genio de Einstein, nos entrega su testimonio del fuerte papel de esta incubación inconsciente en el proceso creativo: "...Tuve una idea que fue perfectamente consciente y deliberada sobre mi trabajo matemático. Justo en este momento, dejé el lugar donde vivía para realizar una excursión. El viaje me hizo olvidar ese proceso creativo en el que estaba. Al llegar a mi destino, entramos en un bus para ir a algún sitio que no recuerdo. En el momento en que puse mi pie en el escalón, una mejor idea vino a mí sobre ese mismo trabajo matemático, vino sin que nada en mis pensamientos anteriores pareciera haber allanado el camino para ello. No verifiqué la idea; No debería haber tenido tiempo, ya que, al tomar mi asiento en el bus, continué con una conversación de otro tema con alguien presente, pero sentí la certeza perfecta. A mi regreso a casa, verifiqué con éxito el resultado de esa idea en mi tiempo libre..." Con la insistencia de un verdadero científico en la evidencia empírica, Poincaré asegura que esto fue un patrón más que una mera coincidencia: "...Busque ideas sobre otro trabajo creativo sin mucho éxito y sin ninguna conexión con mis trabajos anteriores. Disgustado con mi fracaso, fui a pasar unos días en el mar y pensé en otras cosas. Una mañana, caminando sobre el risco, la idea que buscaba me llegó, con las mismas características de brevedad, brusquedad y certeza inmediata como cuando puse el pié en el bus..."
El papel de este trabajo inconsciente en la invención tiene mucho que ver con los espacios de tiempo que llamamos "procrastinación"...
El papel de este trabajo inconsciente en la invención tiene mucho que ver con los espacios de tiempo que llamamos "procrastinación", una parte valiosa de la creación de ideas. Lo más llamativo del trabajo creativo inconsciente, es que aparece como evidencia de ser el resultado del trabajo previo prolongado e inconsciente en el mismo tema. Cuando buscas ideas complejas, nada bueno se logra en el primer intento. Entonces tomas un descanso largo y consciente para sentarse de nuevo al trabajo creativo. En este momento, durante la primera media hora no se encuentra nada, pero de repente la idea decisiva se presenta en la mente. Se podría decir que el trabajo consciente ha sido más fructífero porque ha sido interrumpido y el resto ha devuelto a la mente su fuerza y frescura.
Las sustancias en tu cerebro y la creatividad.
Aunque muchos no les dan valor, las sustancias que damos a nuestro cerebro ayudan a que la mente se prepare para esos momentos de "iluminación repentina". Para algunas personas, tomar café trae ideas en multitudes. Es un momento especial en el que el inconsciente y la consciencia se mezclan por la sobre excitación de la cafeína. Pero es muy importante dejar claro que sin una base de trabajo consciente previo, la "creatividad repentina" no aparecerá de forma fructífera. Solo la veremos si está precedida de un período de trabajo consciente. Estas repentinas inspiraciones nunca ocurren antes de algunos días de esfuerzo voluntario duro y constante, ese tipo de esfuerzo que a veces parece una pérdida de tiempo porque no encuentras los resultados que buscas, donde parece que el camino tomado fue totalmente erróneo. Estos esfuerzos no son tan estériles como uno piensa, ya que cultivan el terreno en el inconsciente. Sin estos esfuerzos aparentemente inútiles, no habrían llegado las ideas geniales que al final nos enamoraron. El inconsciente sabe mejor cómo adivinar, ya que tiene éxito donde el consciente ha fallado: encontrando las conexiones que no se pueden ver desde la lógica. Para que abonemos el terreno de la creatividad inconsciente, primero tenemos que alimentar la mente con el trabajo consciente dirigido y metódico, luego aliviarlo de sus inhibiciones, ya sea por una situación de distracción como un viaje o unas vacaciones, o por una sustancia estimulante como la cafeína. Eso sí, existen científicos que sospechan que la cafeína tiene el efecto opuesto y obstaculiza la creatividad al centrarnos demasiado en un tema.
Dale espacio a tu mente.
Sea cual sea la realidad de las investigaciones creativas, para quienes han trabajado toda su vida en la industria de las ideas no es extraño entender que la inspiración de las musas mágicas llega si antes se ha trabajado lo suficiente de forma consciente, metódica y entregada. Al final solo necesitas darle a tu mente un poco de espacio y placer para que te de los resultados que esperas.
Redacción Tienda Bandera /// Foto Pixabay /// Cod: 06.18
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